miércoles, 30 de julio de 2008

Del otro lado del puente


Si uno sigue un par de pasos más allá de donde se encuentra el control policial, uno termina cruzando el puente. Y del otro lado del puente las cosas son muy diferentes. Los autos son modelos viejos, las casas bastante humildes y no existen las grandes tiendas comerciales. Almorzar en alguno de aquellos bares que ahí conviven es accesible para cualquiera y la comida suele disfrutarse con un poco de información sensacionalista que ofrece la televisión. Pero quizá lo más importante es que también del otro lado del puente está la villa, con los chicos descalzos jugando sobre el barro de las calles y el sonido de la cumbia que se escapa por las ventanas. En donde los domingos se puede ver a hombres y mujeres que se adueñan de las veredas para darle color al día, ellos preparando el asado que nadie querrá perderse, para un almuerzo que se extenderá durante varias horas entre historias y anécdotas y ellas colgando al sol la ropa que lavaron con sus propias manos, las mismas que caída la tarde cargaran de bastante aceite la sartén, para ofrecer las más ricas y dulces tortafritas. Y con mate, por supuesto.

Hay también un potrero para la competencia de toques y gambetas maradonianas y un improvisado arco de madera que se sostiene solo porque Dios lo permite. Como permite también ser feliz a pesar de tanta desigualdad, de tanto olvido. Por suerte no hay réferis que sancionen sacarse la camiseta sino la mayoría lo vería desde afuera. Acá se juega en cuero. Los goles suelen gritarse como victorias de la vida y el aplauso de la gente se entremezcla con algún insulto hacia el pobre arquero. “Manos de manteca” grita uno de los más pequeños mientras imagina el día que le tocará estar adentro y recibir la ovación de los suyos.

Cuando llega la noche pocos quedan en la calle, los que solo encuentran una plaza para dormir y algún perro flaco disfrutando los huesos que dejó el asado de hoy.

9 comentarios:

Ceci dijo...

Redactas muy muy bien.
esa ultima parte, cuando juegan al fúlbol, me encantó.

que andes bien.

ceci

Anónimo dijo...

Este post tiene una perfecta ambientación. Yo he vivenciado mucho de lo que contás. En las ciudades grandes, grandes urbes, todo está detrás del puente, en las ciudades del interior del país es bastante común que en los pueblos la vida sea como la describís en el post.

Te digo que yo no cambiaría nada de esa vida porque es una vida feliz aunque en algún momento se pase miseria. Muchas veces el prescindir de comfort no es lo que mucha gente de la sociedad se imagina amigo. Vuelvo a decirte que me encantan muchos detalles de esa vida.

Yo hoy vivo en Córdoba capital desde hace 6 años aproximadamente, sin embargo soy oriundo de Río Cuarto y allí todo lo que has vivenciado lo he vivido.

Saludos y un abrazo.

K@ri.- dijo...

Rami:
cada dia "contas" mejor!
nenito... que perfecta descripcion del conurbano de nuestra bendita buenos aires, hiciste!
En mi adolecencia me toco trabajar en un barrio como el que "desglosas" y es tal cual. Gracias por mostrar desde otro angulo la vida de estos Argentinos con una optica en la que ultimamente no estamos acostumbrados a ver.....
IMPECABLE la forma en que lo has hecho.
como siempre un placer estar aca, leyendote
un beso grande
K@ri.-

Anacronista dijo...

Una realidad latente que algunos intentan cubrir.
No es que la miseria sea igual a felicidad pero aquellas personas disfrutan de las pequeñeces de la vida que a veces olvidamos...
¡Excelente texto!

Un beso.

Caro! dijo...

Hola Ramiro, cómo van las cosas? Que bueno esto de pensar más allá de nuestras fronteras, y más aun no permitir que las tragedias propias y ajenas se conviertan en algo cotidiano, en mera trivialidad.

Besos, Caro!

Rachel dijo...

Hola Ramiro. En todas las ciudades siempre hay un "otro lado del puente" y que no tengan tantos recursos nada tiene que ver con que sean felices o que tengan mucha más dignidad que los del otro lado.
Cuidate.
Rachel.

Zarasa dijo...

Hola Ramiro, Soy Ezequiel.
La verdad es muy bueno tu texto sobre la vida "detras del puente". Esta bueno que dignifiques los lugares que tantos demonizan. Como si dignidad y humildad fuesen inalienables, cuando en verdad, los que recorremos las calles y no vemos el mundo sólo por TN y Mirtha Legrand sabemos que son casi hermanas estas dos cualidades.
Saludos y seguí asi, se nota la mano de Claudita Vespa eh! :S

Caro! dijo...

Hola Ramiro! Cómo estas? 3 cosas, primero ayer pase buscando una canción que sepa acompañar a este domingo frió y no la encontré, así que tuve que improvisar algo con Mikel Izal, si no escuchaste nada de él, en mi blog hay un enlace de su blog, definitivamente lo recomiendo. Y para no terminar en la rama más alta del árbol, te cuento que pase por el blog de Andrés Lewin dispuesta a exigirle que toque en Baires, porque hasta ese momento no tenia idea de que se presentaba acá y me sorprende la noticia: ya toco! Entonces te pido que si te enteras de un próximo concierto me avises!

Besos, Caro!

P.d.: nos debes una canción.

Anónimo dijo...

¿qué pasa amigo?, ¿no hay nuevo post?... no me le merme :)

Abrazo